Pero no obstante lo anterior, hay otros indicadores económicos más recientes que dan cuenta de que una recuperación económica más vigorosa, apoyada en el mercado interno, está por fin en marcha.
En este sentido tenemos que en materia de empleo formal las cosas comienzan a mejorar sustancialmente, ya que entre agosto y septiembre de 2014 el número de trabajadores asegurados en el IMSS aumentó en 156,432 unidades hasta alcanzar los 17.180 millones de trabajadores. Cabe señalar que este es el mayor incremento mensual (en términos absolutos) desde octubre de 2007.
Aunado a lo anterior, tenemos que en el mes de agosto de este año las exportaciones no petroleras de México aumentaron a una tasa del 4.0%, y de este total las exportaciones manufactureras reportan un incremento de 4.4 por ciento. Cabe señalar que estas tasas de crecimiento son menores a las observadas en el mes de julio de este año, pero son indicativas de que se mantiene el dinamismo del sector externo nacional.
Esta evolución favorable en el empleo formal y las exportaciones se espera que continúe en la medida en que se logren dos cosas: por un lado, que el tipo de cambio se mantenga en niveles cercanos a los $13.50 pesos por dólar (o inclusive más alto), y que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) continúe con los decididos esfuerzos por combatir las prácticas ilegales de comercio internacional, tales como la subvaluación y el contrabando.
En cuanto al tipo de cambio, vimos como éste pasó de un promedio de $13.07 pesos por dólar en agosto de este año a uno de $13.4235 pesos por dólar en septiembre, lo que implicó un encarecimiento del billete verde de 2.7 por ciento. De esta manera el tipo de cambio promedio observado en septiembre de este año es el más alto desde mayo de 2012, y sin duda es una buena noticia para la planta manufacturera nacional y la economía en su conjunto.
En la medida en que el tipo de cambio aumenta nuestras exportaciones se hacen relativamente más baratas y se encarecen las importaciones, lo que mejora la balanza comercial. De igual manera, un dólar más caro provoca que haya más turismo en México (tanto de visitantes nacionales como extranjeros), y todo esto contribuye a la generación de más empleos y menos migración, y ya vimos el fuerte aumento del empleo formal en el mes de septiembre pasado.
Aunado a lo anterior, un dólar caro es oxígeno puro para las finanzas de Pemex, empresa que ha visto sus ingresos caer dramáticamente por la baja reciente en los precios internacionales del petróleo (por debajo de los $85 dólares por barril que es el precio del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2014) y por la disminución de su plataforma de producción. Y para ilustrar lo que Pemex ganaría con un dólar caro tenemos que de acuerdo con datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, en los primeros ocho meses de este año México obtuvo por sus exportaciones de petróleo al vecino del norte 19 mil millones de dólares. Esto significa que con 50 centavos adicionales en el tipo de cambio, Pemex hubiera obtenido casi 10 mil millones de pesos adicionales de ingresos en el periodo de referencia.
Sin embargo, alguien pudiera argumentar que el ajuste en el precio del dólar afectaría a Pemex negativamente porque tendría que importar gasolina más cara, pero no es así, ya que al día de hoy el precio promedio de un litro de gasolina al menudeo en el estado de Texas es equivalente a $11.40 pesos ($3.04 dólares por galón), por lo que el precio al que nos venden la gasolina en las estaciones de Pemex está por arriba de este nivel, aunque el gobierno federal nos recuerde frecuentemente que nos subsidia la gasolina.
No obstante las múltiples ventajas para México que representa tener un dólar en torno a los $13.50 pesos (o inclusive más alto), existe un grave riesgo de que ésta ventaja se diluya si el Banco de México se viera tentado a intervenir en el mercado cambiario vendiendo o subastando dólares con el fin de regresar al billete verde a niveles cercanos a $13 pesos por dólar, para de ésta forma “ayudarse” a lograr una inflación anual por debajo del límite máximo de su objetivo, que es de 3% más/menos un punto porcentual.
El riesgo de que el Banxico quiera intervenir en el mercado es elevado ya que de acuerdo con cifras del INEGI, la inflación anualizada en septiembre de 2014 fue de 4.22%, con lo que el alza de precios liga ya tres meses consecutivos por encima del 4 por ciento anualizado. Y para el Banxico el bajar el tipo de cambio implica más importaciones a precios más bajos, pero sabemos que esto en realidad no ocurre y los ajustes a la baja en el tipo de cambio sólo acaban beneficiando a los importadores aumentando sus márgenes de utilidad en pesos.
En este contexto es muy importante que Agustín Carstens, Gobernador del Banxico, entienda que si bien tiene un mandato Constitucional en el sentido de que debe preservar el poder adquisitivo de la moneda, una eventual intervención en el mercado cambiario con el fin de ajustar el tipo de cambio a la baja puede descarrilar la incipiente buena marcha de la economía nacional. Desde mi punto de vista es mejor una inflación en torno al 4.2% o 4.5% con crecimiento del empleo como el observado en septiembre de este año, que una inflación de 3.5%, pero con el costo de alargar el estancamiento económico que ya lleva dos años.
El mantener el tipo de cambio en niveles cercanos a los $13.50 pesos cobra además una relevancia adicional dado que recientemente se ha intensificado la lucha contra las prácticas ilegales de comercio internacional. Hay que recordar que el pasado 29 de agosto de este año el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, emitió el “Decreto por el que se establecen medidas para la productividad, competitividad y combate de prácticas de subvaluación del sector calzado”, y según declaraciones del propio Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, próximamente se estarán emitiendo decretos similares en beneficio de los sectores textil y vestido.
Así pues, la política industrial del país se está ajustando en beneficio del empleo y de la productividad, y sería una pena que mucho de este esfuerzo se diluyera con un dólar barato ocasionado por el Banxico en aras de cumplir su meta inflacionaria.
Por todo lo anterior, le pedimos al Gobernador del Banco de México que permita al tipo de cambio peso-dólar irse al nivel que determinen las fuerzas de la oferta y demanda, y que no vaya a caer en la tentación de intervenir en el mercado cambiario vendiendo dólares directamente ni a través de un alza en las tasas de interés. México está iniciando una mejor etapa y sería una tragedia que ésta se viera interrumpida por querer tener una tasa de inflación medio punto porcentual más baja a la que tenemos ahora en día.
Director General GAEAP*
La realidad de la economía de México...
Última actualización: 12/Oct/14
Sin confianza del
consumidor “la
recuperación” no
será plena
A decir de las autoridades
del gobierno federal, la
economía nacional ahora
si ya está en franca
recuperación. Es verdad
que el Indicador Global de
la Actividad Económica
(IGAE) registra un
incremento acumulado de
1.87% real en los
primeros siete meses de
2014, y que en el mes de
julio aumentó en 2.52%;
también es verdad que el
total de trabajadores
asegurados ante el
Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS)
creció 3.7% en el
comparativo de agosto de
2013 al mismo mes de
2014; y también es cierto
que el valor de la
producción de la industria
manufacturera nacional
muestra un incremento
nominal de 5.95% en el
comparativo de julio de
2014 respecto al mismo
|
México
hipotecando su
futuro
México dejó desde hace
muchos años la
preocupación por el tema
de “la deuda”. Después de
años traumáticos y crisis
recurrentes en el sexenio
del presidente Miguel de
la Madrid, cuando Carlos
Salinas de Gortari asumió
la Presidencia de la
República el 1 de
diciembre de 1988
instruyó a su Secretario
de Hacienda, Pedro Aspe
Armella a comenzar de
inmediato a renegociar
“la deuda”, sobre todo la
externa, ya que ésta era
un verdadero lastre para
el crecimiento económico
y era fuente de
desequilibrios en nuestra
balanza de pagos. ...Leer
|
Pobres pero sin
inflación, gran
consuelo
Una de las más
importantes asignaturas
pendientes de México en
materia económica es la
de reactivar el mercado
interno, ya que si esto no
se cumple seguiremos
creciendo mediocremente
y dependiendo de los
Estados Unidos para que
nos vaya relativamente
bien. Así pues, es de
fundamental importancia
que el gobierno federal
genere las condiciones
necesarias para que las
empresas puedan crear
los suficientes empleos
bien remunerados, de
manera que cada vez
haya más consumidores
con un adecuado poder
adquisitivo comprando
productos, de preferencia
|
Autor: Alejandro Gómez Tamez*
La economía nacional continúa arrojando indicadores mixtos, ya que por una parte ciertas variables macroeconómicas evidencian que continúa la debilidad, pero por la otra, hay indicadores con un crecimiento importante que nos hacen pensar que el cierre de año tendrá un crecimiento económico por encima del que esperábamos hasta hace apenas el mes pasado.
Así pues, tenemos por ejemplo que la producción industrial del país mostró un crecimiento muy bajo en el mes de agosto de este año, al crecer sólo 1.4% a tasa anual; y dentro de este indicador destaca que la industria manufacturera también aumentó apenas 1.4 por ciento. En este mismo sentido, en el mes de julio de este año las ventas de los establecimientos comerciales al mayoreo crecieron sólo 0.4%, mientras que las de los establecimientos al menudeo aumentaron 2.0 por ciento.
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