La falta de dinamismo del mercado interno se puede ver en el hecho de que el “Indicador mensual del consumo privado en el mercado interior” elaborado por el INEGI continúa presentando un desempeño mediocre; y es que a la par con el incremento de 2.2% observado por el PIB el año pasado, el Índice de Volumen Físico de consumo privado en el mercado interior aumentó apenas 2.2 por ciento.
Este incremento en el consumo privado fue producto de un aumento de 2.2% en el consumo de bienes y servicios de origen nacional y de 1.8% en el de bienes importados. Así mismo, cabe señalar que dentro del consumo de bienes y servicios nacionales, el consumo de bienes creció 2.9%, mientras que el de servicios se elevó 1.6%. Con estas tasas de crecimiento en el consumo no nos debería llamar la atención los datos publicados por el INEGI en los que se mencionan que la esperanza de vida de un negocio comercial en México es de apenas 6.6 años, o bien que el 36% de los nuevos negocios que se abren en México cierren en un lapso menor a un año.
Y es que el problema es que este débil desempeño en el consumo no es un fenómeno temporal o coyuntural que haya iniciado este sexenio, sino que es algo que se viene arrastrando desde hace ya varios años. De acuerdo con cifras del INEGI, en el periodo de 2008 a 2014 el índice de volumen físico del consumo privado total creció13.3%, lo que equivale a una tasa de crecimiento promedio anual de apenas 2.1% en los últimos 6 años.
¿A qué se debe este débil desempeño en el consumo que ocasiona tan alta mortandad de negocios? Hay muchas razones, pero se debe esencialmente al deterioro del poder adquisitivo por parte de la población ocupada. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de INEGI, entre el cuarto trimestre de 2008 y el mismo trimestre de 2014 la población ocupada total creció 11.2%, pero el problema es que la población que gana hasta un salario mínimo creció 25.9%, mientras que los que perciben ingresos de entre 1 y 2 salarios mínimos se incrementaron en 34.6%. Paralelamente, el número de personas que ganan entre 3 y 5 salarios mínimos disminuyeron en 4.8% y los que ganan más de 5 salarios mínimos decrecieron en 33.5 por ciento.
Los datos muestran claramente como ahora hay más gente trabajando, pero con ingresos más bajos que antes. Es por demás preocupante que los que ganan más de 5 salarios mínimos al día disminuyeron en los últimos 6 años de 4.92 millones de personas a sólo 3.27 millones, y de manera paralela los que ganan entre 1 y 2 salarios mínimos aumentaron de 8.94 a 12.04 millones de personas.
Queda claro que con esta evolución de las características de los empleos en México no podremos aspirar a tener un mercado interno fuerte y por lo tanto seguiremos dependiendo del dinamismo del sector externo, y en especial de los Estados Unidos, para que nos vaya medianamente bien económicamente.
Es evidente que el modelo económico seguido por México de aperturismo comercial sin estrategia, déficit comercial con el continente asiático de 110 mil millones de dólares por año, privilegios para los oligopolios, corrupción, peso recurrentemente sobrevaluado, falta de respecto a la ley, entre otros, no ha funcionado; pero también es cierto que el 100% de la culpa no es del gobierno y que también hay responsabilidad por parte de los empresarios, a quienes en muchas ocasiones nos ha faltado creatividad en los negocios y emprender una búsqueda permanente para que nuestros productos incorporen un mayor valor agregado.
De igual manera, ante la falta de dinamismo del mercado interno, es importante que los empresarios busquemos de manera decidida la manera de incursionar en los mercados de exportación, ya que no es correcto que en México existan sólo 6,108 empresas exportadoras que concentran el 89% del valor total de las ventas de productos manufacturados al exterior.
Como ya se advirtió, es necesario ajustar el modelo económico de México y dejar de apostarle únicamente a la inversión extranjera que llegará por las reformas estructurales. Hay que cambiar las cosas de fondo desde las políticas públicas, hasta la forma de trabajar de los empresarios para que las mejoras en los negocios se traduzcan en incrementos en la productividad y de esta manera puedan crecer los salarios de los trabajadores. Urge romper el círculo vicioso en el que hemos estado inmersos en el último año. Comencemos de una vez.
Director General GAEAP*
La realidad de la economía de México...
Última actualización: 19/Abr/15
Para crecer
debemos imitar lo
que hizo China
México entró en la
globalización en agosto de
1986 cuando se adhirió al
GATT (Acuerdo General
sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio),
mecanismo que en 1995
se transformó en la
Organización Mundial del
Comercio (OMC). De igual
manera, la dinámica
comercial de nuestro país
comenzó una fuerte
transformación a partir
de que en enero de 1994
entró en vigor el Tratado
de Libre Comercio de
América del Norte
(TLCAN) y con la
posterior firma del
Tratado de Libre
Comercio con la Unión
Europea que comenzó a
operar en julio del año
|
Comprometiendo a
las siguientes
cuatro
generaciones
¿Qué pensaría usted si
escuchara en las noticias
que el gobierno de México
está a punto de terminar
de pagar los bonos a 100
años emitidos por el
presidente Venustiano
Carranza en 1917?
Seguramente diría que
fue una irresponsabilidad
haber endeudado al país
por tantos años y que
usted no tiene por qué
pagar con sus impuestos
una deuda que generó
recursos que quien sabe
en que se invirtieron o
gastaron.
La realidad es que
Venustiano Carranza no
endeudó al país emitiendo
bonos a plazos de 100
años. Pero el actual
gobierno si lo está
haciendo y de manera
|
¿Qué pasa con el
dólar?
Oportunidad para
México
El tipo de cambio peso-
dólar se encuentra ya en
un nivel similar al
observado en marzo de
2009, cuando vivíamos lo
más intenso de la crisis
financiera
estadounidense. El
viernes 6 de marzo cerró
en su modalidad
interbancaria en $15.49
pesos por dólar, y la idea
que priva en muchos
analistas es que no hay
nada que pueda impedir
que ante la eventual alza
en las tasas de interés en
Estados Unidos el tipo de
cambio llegue a niveles de
16 o 17 pesos por billete
|
Autor: Alejandro Gómez Tamez*
Las revisiones a la baja respecto a las perspectivas de crecimiento económico de México para este año continúan. El pasado 14 de abril se sumó el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustando su pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México de 3.2% a 3.0 por ciento. Por su parte, el organismo internacional reiteró que el impulso para la economía nacional ocasionado por las reformas estructurales será observado hasta finales del presente sexenio.
¿Ante este diagnósticos poco alentadores que debemos hacer? ¿Nos vamos a quedar sentados esperando que lleguen los miles de millones de dólares en inversión extranjera que dinamicen nuestra economía? La respuesta a esta última pregunta es un “no”, ya que la evidencia nos muestra que no obstante los 375.7 miles de millones de dólares que hemos recibido de inversión extranjera entre el año 2000 y el 2014 seguimos teniendo una economía que no tienen motores propios de crecimiento, sino que depende en buena medida del desempeño del sector exportador.
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