Resumen elaborado por GAEAP de la Minuta número 26 correspondiente a la Reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 11 de marzo de 2014.

 

1. EVOLUCIÓN ECONÓMICA Y FINANCIERA RECIENTE Y PERSPECTIVAS

La presente Sección fue elaborada por las Direcciones Generales de Investigación Económica y de Operaciones de Banca Central, ambas del Banco de México.

 

1.1. Perspectiva económica internacional

La economía global mantuvo una recuperación moderada a principios de 2014, impulsada por las economías avanzadas. Por su parte, las proyecciones de crecimiento de las economías emergentes se han revisado a la baja, principalmente debido a la debilidad de su demanda interna y al menor ritmo de expansión de China. De esta manera, las perspectivas para el crecimiento económico mundial mejoraron, aunque persisten importantes riesgos a la baja.

 

Estados Unidos

La actividad económica en Estados Unidos se expandió a un ritmo menor al esperado durante los primeros meses de 2014, explicado principalmente por factores que se consideran transitorios. En particular, el clima adverso que imperó en gran parte de ese país durante el invierno afectó la producción manufacturera, que registró una desaceleración marcada desde finales de 2013, y una contracción a principios de 2014. A pesar de esto, las perspectivas en el sector, medidas a través del índice de gerentes de compras, se mantuvieron elevadas, lo que sugiere que la actividad productiva podría recuperarse en los meses siguientes.

 

Por su parte, el gasto en consumo privado registró un menor dinamismo del que se preveía. En particular, las ventas al menudeo a principios de 2014 también fueron impactadas negativamente por las tormentas invernales y las bajas temperaturas atípicas en Estados Unidos. No obstante, los analistas anticipan que el efecto adverso del clima se disipe en los meses siguientes y que la actividad económica en Estados Unidos retome la trayectoria de fortalecimiento gradual que venía observando desde la segunda mitad de 2013.

 

En general, los indicadores del mercado laboral continuaron mostrando una mejoría. La nómina no agrícola se recuperó en febrero, luego de la desaceleración que presentó en los dos meses previos. Otros indicadores, como los planes de contratación de las pequeñas empresas, apuntan a que la recuperación del empleo sigue su curso. Cabe mencionar que la tasa de participación laboral, cuya caída había contribuido a que la tasa de desempleo disminuyera, permaneció relativamente estable durante los primeros meses de 2014.

 

Por otro lado, la inflación en Estados Unidos continuó en niveles bajos ante la aún elevada holgura en la utilización de recursos productivos. La inflación general y subyacente del deflactor del gasto personal en consumo se ha mantenido por debajo de la meta de largo plazo de la Reserva Federal de 2 por ciento. Esto puede explicarse, en parte, por las reducciones en los precios de productos primarios, en particular los de la energía, y por la apreciación del dólar desde la primera mitad de 2013. Otro factor que ha contribuido a una baja inflación es la reducción en el costo de los servicios médicos. Por su parte, el crecimiento de las remuneraciones salariales se ha mantenido estable, en tanto que las expectativas de inflación siguen ancladas cerca del objetivo de largo plazo de la Reserva Federal.

 

En este contexto, se prevé que dicha institución continúe con el proceso secuencial de normalización de su política monetaria. En su reunión de marzo, anunció por tercera ocasión una reducción de 10 mil millones de dólares en su ritmo de compra de valores a partir de abril (de 65 a 55 mil millones de dólares mensuales). Esto en virtud de la mejoría de las perspectivas del mercado laboral desde la introducción del actual programa de compra de valores.

 

Asimismo, con la tasa de desempleo cerca del umbral preestablecido de 6.5 por ciento, la Reserva Federal decidió actualizar su guía futura (forward guidance) para la conducción de la política monetaria. Las autoridades anticiparon que la tasa de fondos federales permanecerá en el rango objetivo de 0 a 0.25 por ciento por un tiempo considerable, después de que el programa de compra de valores finalice. Para determinar cuándo comenzar a incrementar la tasa de interés de referencia, la Reserva Federal evaluará el progreso, tanto observado como esperado, hacia sus objetivos de pleno empleo e inflación de 2 por ciento, basándose en una amplia gama de indicadores. Además, señaló que probablemente la tasa de fondos federales se mantendrá por debajo de su tasa normal de largo plazo, aun después de que el empleo y la inflación se ubiquen cerca de los niveles consistentes con su mandato.

 

Zona euro

En la zona del euro, la actividad económica continuó con su gradual recuperación a principios de 2014. Indicadores prospectivos de consumo y de actividad en el sector manufacturero y de servicios muestran una moderada tendencia al alza, por lo que se anticipa que el crecimiento económico siga, aunque a un ritmo lento. Se espera que este crecimiento sea apoyado por una política monetaria acomodaticia, una mejoría en las condiciones de financiamiento y una consolidación fiscal más gradual.

 

Adicionalmente, en la zona del euro persisten presiones a la baja en la inflación. Ello como resultado de la continua debilidad de la economía y el elevado nivel de capacidad no utilizada. Desde inicios de 2013, la inflación anual se ha ubicado consistentemente por debajo de 2 por ciento (0.8 por ciento en febrero de 2014). Por su parte, las expectativas de inflación de corto y mediano plazo han descendido y apuntan a un periodo prolongado de inflación muy reducida.

 

Mercados emergentes

En el contexto del proceso de normalización de la política monetaria en Estados Unidos, se registró un aumento de la volatilidad en los mercados financieros entre enero y principios de febrero de 2014. En particular, en las economías emergentes la volatilidad se vio exacerbada por la desaceleración en su ritmo de crecimiento y el resurgimiento de dudas sobre la solidez de los fundamentos macroeconómicos de algunas economías emergentes, originado principalmente por factores idiosincráticos. Aunque los ajustes en los precios de los activos se observaron en la mayoría de las economías emergentes, la magnitud de los movimientos fue superior en los países con mayor inflación y con déficits fiscales y en cuenta corriente elevados. Ante ello, los países afectados respondieron con un alza en su tasa de interés de referencia y con intervenciones en su mercado cambiario.

 

Si bien recientemente se ha observado una mayor estabilidad en los mercados financieros internacionales, no se pueden descartar nuevos episodios de elevada volatilidad. En particular, existe el riesgo de que el proceso de normalización de la política monetaria en Estados Unidos propicie un ajuste desordenado en los flujos de capital hacia las economías emergentes. En este sentido, el tamaño y la estructura de la posición deudora externa de las economías emergentes pudieran ser un riesgo. Actualmente, algunas mediciones apuntan a que los pasivos de inversión en cartera en estas economías representan en promedio el 25 por ciento del PIB. Esta vulnerabilidad es más relevante para aquellas economías que han registrado un elevado crecimiento del crédito, en parte financiando por capital extranjero.

 

En las últimas semanas se han registrado incrementos en los precios internacionales de algunas materias primas como resultado de factores que se considera pueden ser temporales. El alza en los precios del petróleo crudo reflejó mayores riesgos geopolíticos, así como un incremento en la demanda de combustible para calefacción, ante las bajas temperaturas en Estados Unidos. Por su parte, los precios de los granos también aumentaron, motivados por las potenciales afectaciones de las cosechas en Estados Unidos, producto del clima adverso, y por el conflicto en Ucrania, productor importante de trigo. En contraste, los precios de metales industriales disminuyeron, debido a una menor actividad manufacturera en China durante los primeros meses de 2014.

 

Se anticipa que la política monetaria en gran parte de las economías avanzadas y emergentes permanezca acomodaticia en el corto plazo. Esto debido a un entorno de reducidos niveles de inflación mundial, inclusive con algunas economías avanzadas registrando un crecimiento en sus precios menor al objetivo de sus bancos centrales.

 

1.2. Evolución financiera reciente

1.2.1. Mercados en México

En México los activos financieros también mostraron un comportamiento ordenado en el periodo, a pesar de la mayor volatilidad observada en los mercados financieros internacionales. Al respecto, México se siguió distinguiendo como una economía con sólidos fundamentos y con perspectivas positivas, producto de las reformas estructurales aprobadas el año pasado. Lo anterior se reflejó, además, en un aumento en la calificación crediticia de nuestro país por parte de la agencia calificadora Moody’s (de Baa1 a A3) a inicios de febrero.

 

Así, desde la última reunión de política monetaria a la fecha, el peso mostró una apreciación de 1.2% frente al dólar, operando en condiciones de muy buena liquidez. Asimismo y en línea con esta apreciación, el posicionamiento especulativo en contra de la moneda nacional

(corto en pesos) también se redujo.

 

Por su parte, las tasas de interés también dieron lugar a ganancias de capital en el mercado de dinero al registrar disminuciones a lo largo de todos los plazos. Dichas disminuciones fueron mayores en los plazos más largos, con lo cual la pendiente de la curva de rendimiento (medida a través del diferencial entre los bonos de 3 y 30 años) disminuyó alrededor de veinte puntos base.

 

Adicionalmente, la posición de los inversionistas extranjeros en instrumentos gubernamentales de renta fija denominados en pesos continuó acrecentándose, particularmente en activos de corto plazo.

 

Finalmente, las tasas de interés de corto plazo implícitas en la curva de swaps ahora anticipan que la postura de política monetaria se mantenga sin cambio durante el presente año. Lo anterior coincide con el consenso de los analistas económicos, quienes mantienen la expectativa de que la tasa objetivo de política monetaria se mantenga sin cambio hasta el primer trimestre de 2015.

 

1.3. Perspectivas para la actividad económica y la inflación en México

1.3.1. Actividad económica

Si bien en el tercer trimestre de 2013 se registró una recuperación en los niveles de actividad productiva, el desempeño de la economía en el cuarto trimestre de ese año, así como los indicadores oportunos sobre la evolución en el primer trimestre de 2014, sugieren una desaceleración en el ritmo de crecimiento de la actividad económica.

 

En particular, después de haber presentado un crecimiento trimestral desestacionalizado de 0.95 por ciento en el tercer trimestre de 2013, en el último trimestre del año el PIB exhibió una variación de sólo 0.18 por ciento. Por su parte, las exportaciones manufactureras no han mostrado un cambio de tendencia favorable. En particular, aquéllas destinadas a Estados Unidos se han visto recientemente afectadas, en parte, por las condiciones climáticas adversas en ese país.

 

En cuanto a la demanda interna, si bien las ventas al menudeo en establecimientos comerciales mostraron una tendencia positiva a finales de 2013, el estancamiento que han registrado las ventas de la ANTAD y la trayectoria negativa de las importaciones de consumo no petrolero en los primeros meses de 2014 apuntan a un bajo dinamismo del consumo privado. De manera relacionada, el Índice de Confianza del Consumidor registró una disminución importante a principios del año.

 

Por su parte, el gasto en inversión fija aún no muestra signos claros de mejoría. En particular, la inversión en construcción continúa sin recuperarse, si bien parecería haber dejado de contraerse, a lo cual ha contribuido la construcción pública, ya que la privada ha seguido mostrando una tendencia negativa. En contraste, las importaciones de bienes de capital han registrado un incipiente cambio de tendencia favorable en meses recientes, si bien aún no presentan una recuperación notoria en sus niveles.

 

La debilidad tanto de la demanda externa, como de la interna, al final de 2013 y principios de 2014, se reflejó en un moderado dinamismo de la actividad productiva. En particular, la actividad industrial continuó mostrando un estancamiento, en parte debido a la atonía en las manufacturas. En efecto, si bien en enero éstas registraron un repunte, esto se observó después de la caída que presentaron el mes previo como resultado del cierre programado de algunas plantas armadoras automotrices para llevar a cabo labores de mantenimiento. Por su parte, los servicios se han comportado de manera más favorable, lo cual en el último trimestre se asoció al impulso de aquéllos más vinculados a la demanda interna.

 

2. DECISIÓN DE POLÍTICA MONETARIA

Teniendo en consideración todo lo anterior, la Junta de Gobierno decidió mantener en 3.5 por ciento el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día, en virtud de que estima que la postura monetaria es congruente con la convergencia eficiente de la inflación a la meta de 3 por ciento. No obstante, la Junta se mantendrá atenta a todos los factores que pudieran afectar a la inflación y a sus expectativas para horizontes de mediano y largo plazos, en particular a la evolución del grado de holgura en la economía. Asimismo, vigilará las implicaciones que sobre las previsiones para la inflación tenga la postura monetaria relativa de México frente a la de Estados Unidos, con el fin de estar en condiciones de alcanzar la meta de inflación señalada.

 

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