Artículos editoriales

Fecha: 01/06/08

Los seis que controlan el mundo financiero

Alejandro Gómez Tamez

Ante la reciente alza de los precios del petróleo vale la pena realizar algunas reflexiones en torno a lo que estamos haciendo en México y lo que están haciendo algunos de los países árabes. Como lo veremos en este artículo, mientras algunos están comprando el mundo, nosotros estamos despilfarrando nuestra riqueza y rezagándonos.

Los fondos soberanos del Golfo Pérsico (aquellos fondos pertenecientes a las familias reales que tienen el fin de diversificar el riesgo ante una eventual disminución del precio del petróleo) están cambiando el rostro de las finanzas globales de maneras que ponen nerviosos a los occidentales. En los meses recientes, los fondos del Golfo han comprado el 4.9% de Citigroup, un 7.5% del financiero Grupo Carlyle, una participación importante en la empresa de semiconductores Advanced Micro Devices (AMD), en el fabricante de aeroplanos European Aeronautic Defense & Space (EADS), y en muchas otras grandes compañías.

Los seis Estados Árabes (Abu Dhabi, Dubai, Kuwait, Oman, Qatar y Arabia Saudita) tienen aproximadamente la mitad de los activos de los fondos de riqueza soberana. Controlan aproximadamente $1.7 billones (trillions en inglés) de dólares, cantidad similar a la de todos los “hedge funds” en el mundo y más de $1 billón de dólares de los activos en la industria de los  fondos de capital privado (private equity). La correduría Morgan Stanley predice que este total crecerá en aproximadamente $400 mil millones de dólares al año en los próximos años. Inclusive hay rumores de que Arabia Saudita pronto desatará un nuevo fondo de más de $500 mil millones de dólares. Los banqueros estiman que los fondos del Golfo tuvieron un rendimiento de aproximadamente $180 mil millones de dólares de sus fondos soberanos tan sólo en el año 2007 –más de la mitad de los $315 mil millones de dólares que obtuvieron por sus ventas de gas y petróleo.  

El fondo kuwaití ha comprado una buena parte del Beijin Industrial & Commercial Bank of China, y han comprado compañías de servicios públicos en Texas. Por su parte, el fondo de Dubai, que es uno relativamente pequeño ha estado comprando mucha deuda de bancos tales como HSBC, Barclays y el Royal Bank of Scotland. Su Global Strategic Equities Fund tiene importantes inversiones en Sony, HSBC y EADS. El fondo de Dubai compró el pasado noviembre el 9.9% de Och-Ziff Capital Management, también compró el 40% del Malaysia´s Bank Islam y el 15% del Oman Bank Muscat, además del 25% del banco de inversiones con sede en El Cairo EFG-Hermes. También poseen el 27% de las acciones de la bolsa de valores de Suecia OMX. Pero lo más sorprendente fue cuando el pasado septiembre compraron el 19.9% (por $2.1 miles de millones de dólares) del mercado Nasdaq.

Podemos continuar citando ejemplos de lo que están comprando las naciones del Golfo Pérsico, y lo que queda claro es que estos fondos del Golfo se están preparando para el día en que se termine en dinero del petróleo. Durante décadas ellos utilizaron sus reservas de divisas para comprar inversiones seguras como bonos del Tesoro de Estados Unidos. Ahora sus fondos están tratando de construir los cimientos de una nueva economía post petrolera más diversificada.  Cabe señalar que los administradores de estos fondos, concretamente M. Al Sa´ad de Kuwait, ha señalado que desean invertir más en China y Brasil, así como en otros mercados emergentes, y menos en Gran Bretaña y Francia.

¿Mientras tanto, qué pasa en México? De entrada podemos señalar que de acuerdo con el Secretario de Hacienda, Agustín Carstens, en el primer trimestre del año no hubo excedentes petroleros. El funcionario explicó que ello se debió a que cayó la plataforma de exportación petrolera de 3.1 a 2.8 millones de barriles diarios, lo que provocó que, si bien los precios internacionales se elevaron, la producción nacional bajó en 300 mil barriles diarios. Otro factor que influyó para que no hubiera excednetes, según Carstens, fue que se tuvieron que subsidiar las importaciones de petrolíferos como el gas LP, la gasolina y el diesel, lo que originó la caída en la captación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), lo que fue compensado con el alza del petróleo.

En otras palabras, estamos desperdiciando nuestra riqueza petrolera al otorgar subsidios al estilo López Portillo, en lugar de realizar las inversiones que son indispensables para garantizar la continuación de la extracción de petróleo. Estamos despilfarrando dinero subsidiando el gas, el diesel y la gasolina, y parece que la motivación a esta política de subsidios es el miedo que se le tiene a Andrés Manuel López Obrador y a su demagogia socialista. Es lamentable escuchar al  Presidente Calderón anunciando que dicho apoyo para los combustibles podría ascender a los $200 mil millones de pesos en el presente año (esta cantidad representa unas seis veces el presupuesto total de egresos del Gobierno del Estado de Guanajuato para el 2008). ¿Y si el barril de petróleo llega a los $150 o $200 dólares qué va a pasar en el 2008 con el precio de la gasolina? ¿No se da cuenta el gobierno de que si continúan altos los precios del barril eventualmente tendrá que haber un ajuste en el precio de la gasolina y entonces el ajuste será mucho mayor y más traumático?

Uno puede buscar los argumentos de tipo social para justificar la decisión presidencial de subsidiar los combustibles, como el hecho de que es un elemento que ayuda a controlar la inflación y protege las finanzas familiares. Pero simple y llanamente estamos desperdiciando dinero en el sentido de que es una fortuna que estamos dejando ir en lugar de construir más infraestructura para brindar mayor competitividad a la nación. Ante la falta de una reforma energética, con los recursos para subsidiar los combustibles, podríamos comenzar la construcción de al menos una refinería, podríamos adquirir tecnología para que Pemex pueda hacer mejor uso en la extracción de gas natural, podríamos hacer muchas cosas para ir preparando a nuestra economía para el día en que se nos acabe el petróleo.

México está dejando pasar un momento histórico en términos del precio del petróleo. Hay otros países que avanzan año con año en competitividad, y hay otros que están saliendo a comprar el mundo preparándose para el día en que se termine el petróleo. En México no estamos avanzando en ningún aspecto, y de eso nos vamos a arrepentir. Que tristeza darnos cuenta de lo que están haciendo los países árabes del Golfo y ver lo que estamos haciendo nosotros.   

P.D. Continuará…

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