Artículos editoriales |
Fecha: 16/10/08 |
Pásele al casino de la especulación financiera Alejandro Gómez Tamez *
La historia nos ha mostrado como los especuladores son capaces de hacer caer monedas a nivel internacional. En México vimos como éstos apostaron durante todo 1994 a la caída del peso, hasta que el país finalmente se quedó sin reservas internacionales y se vio forzado a devaluar en lo que fue denominado “error de diciembre”. Un caso muy comentado en el ámbito internacional fue el del Rand de Sudáfrica, el cual sufrió una depreciación de más del 100% en el año 2001 (sin fundamento macroeconómico aparente). Esto provocó una amplia investigación gubernamental en contra de los especuladores, la cual posteriormente provocó la revaluación del Rand hasta regresarlo de 13.84 unidades por dólar en diciembre de 2001 a 9 por dólar en 2002 hasta 5.70 Rands por dólar en 2004.
Esto es un ejemplo de como funciona el sistema financiero mundial en la actualidad, lo que ha sido severamente criticado por economistas de la talla de Joseph Stiglitz (El Malestar de la Globalización, 2003) y son muestra de un sistema que perjudica a los países en vías de desarrollo y que es solapado por el silencio del Fondo Monetario Internacional.
La especulación está en todas partes, ya que recientemente también la hemos visto en los precios de petróleo, lo que llevó la cotización de este recurso arriba de los $140 dólares por barril durante el mes de junio de este año. Cabe recordar que el día 9 de dicho mes, el presidente en ejercicio de la OPEP, Chakib Khelill señaló que “sin la especulación en el mercado de petróleo, el barril costaría probablemente unos 70 dólares”, el cual es precisamente un nivel similar al que ahora observa el día de hoy en el barril de petróleo.
Así, durante esta semana que concluye observamos que la volatilidad en los mercados financieros internacionales y nacionales está lejos de terminar. En materia bursátil, después de unan jornada eufórica el lunes 13 de octubre, en la que una importante cantidad de bolsas de valores subieron más de un 11%, vimos como el miércoles 15 los mercados reaccionaron de manera muy negativa con caídas de 7.87% en el Dow Jones de los EE.UU. y de 4.99% en México.
Esta negativa reacción en los mercados bursátiles fue atribuida a las declaraciones del Presidente del Banco de la Reserva Federal de los EE.UU. (Fed) quien afirmó que nuestro vecino del Norte ya está en recesión debido a que experimentó un crecimiento de cero en el tercer trimestre de este año y reafirmó los temores de que irremediablemente habrá una caída importante de la producción. Sin embargo, independientemente de esta mala noticia económica, estos hechos nos muestran dos cosas: en primer lugar, que los mercados financieros están muy nerviosos de tal manera que magnifican cualquier noticia negativa, así como sobre-reaccionan ante las noticias positivas; y además, nos están mostrando que hay una enorme cantidad de personas (en todos los países) especulando con esta situación de nerviosismo y están buscando tener amplias ganancias en el cortísimo plazo.
Para muchos inversionistas, que por su gran tamaño son formadores de expectativas, es un buen negocio impulsar fuertemente el mercado por la mañana para que así los inversionistas más pequeños (y desinformados) se sientan optimistas y se metan al mercado a comprar valores, de manera que así éstos últimos generen importantes incrementos en los precios de las acciones durante el día. Posteriormente, cuando las acciones están en un nivel alto, estos grandes inversionistas salen y venden sus posiciones antes que los demás, provocando que los últimos en salirse (los pequeños inversionistas obviamente) carguen con todas las pérdidas.
Así, las bolsas de valores se han convertido en verdaderos casinos, en donde todos los días se apuesta a ver que tipo de noticias son las que se darán a conocer, y el que tenga mayor capacidad de mover el mercado hacía arriba o hacía abajo es el que gana más dinero. Es a través de sobre-reacciones de optimismo y de pesimismo como logran grandes ganancias a costa de los que menos información tienen.
Volviendo al argumento inicial de este editorial, podemos decir que algo similar ocurre con el tipo de cambio, y en este sentido en México ya se han hecho importantes denuncias públicas en contra de un grupo de empresarios especuladores que están saqueando las reservas internacionales del Banxico. Y como no va a ser así, si lo único que tienen que hacer es salir en la mañana a comprar dólares “baratos” en las subastas anunciadas por el instituto central, para después generar un ambiente de nerviosísimo y temor que alimente la especulación y provoque un alza en el tipo de cambio. Y así, justo antes del cierre de la jornada, vendan en el mercado cambiario algunos o todos los dólares “baratos” que compraron al Banxico en la mañana, obviamente a un precio más alto para de esta manera tener una jugosa ganancia en unas cuantas horas.
De manera análoga, estos inversionistas pueden salir en la mañana cuando el dólar esta caro, (a unos $13 pesos) a vender algunas de sus posiciones en dólares para generar un ambiente de optimismo en el sentido de que el precio del dólar va a bajar durante la jornada, para sí provocar ventas masivas de dólares por parte de los inversionistas pequeños y desinformados, y luego al finalizar la jornada los grandes inversionistas pueden salir a recomprar sus dólares a un precio más bajo (tal vez cercano a los $12.30 por unidad) ganando altas sumas de dinero manipulando las expectativas del mercado en unas cuantas horas.
Debemos aclarar que las leyes mexicanas no sancionan la especulación, por lo que no hay delito que perseguir. Sin embargo, la moral y el patriotismo de estos empresarios queda en entredicho, ya que con sus movimientos especulativos han ocasionado que el dólar haya estado más tiempo cerca de los $13 pesos que cerca de los $12 pesos, lo cual pudiera generar presiones inflacionarias, que desde luego afectan más negativamente a los que menos tienen.
En la anterior entrega señalamos que así como es perjudicial un tipo de cambio sobrevaluado de $9.90 pesos por dólar, también es dañino un tipo de cambio que subvalua al peso ubicándolo en $13 pesos por dólar. El primero caso es dañino porque le resta competitividad a las exportaciones e inunda de importaciones al país (incrementando peligrosamente el déficit en la balanza comercial excluyendo el petróleo) y el segundo nivel de tipo de cambio es perjudicial porque genera presiones inflacionarias al volver más caros los insumos y productos importados.
Es de esperarse que en los próximos días continúe la volatilidad, ya que hay personas, empresas e instituciones financieras que van a querer seguir haciendo negocio, aprovechándose de los más pequeños y desinformados en los mercados. Sin embargo, conforme las medidas de salvamento financiero en los EE.UU. se implementan y regresa la liquidez a ese país, veremos un tipo de cambio peso-dólar cada vez más ordenado en torno a los $12.15 a $12.50 pesos por dólar, tal como la teoría económica predice que es el verdadero valor del peso mexicano en este momento.
Pero hay que tener presente también que sin duda aparecerán algunos “muertitos” más en los armarios de las instituciones financiera americanas, y quizá en algunas tesorerías de empresas mexicanas también. Esto ocasionará jornadas de muy alta volatilidad, pero en la medida en que conservemos la calma y no caigamos en el juego de los especuladores que apuestan a la caída del peso mexicano, como en su momento han apostado por la caída de otras monedas, estaremos cuidando mejor nuestros ahorros.
* Director general GAEAP |
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