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Fecha: 5/01/14

El crecimiento económico en el 2014 debe ser para las mipymes

Alejandro Gómez Tamez*

Arranca un nuevo año y con él surge la inquietud de cómo nos irá en materia económica. Después de un muy complicado 2013, en el cual la economía habría crecido apenas un 1.3% (apoyada principalmente en el sector de los servicios y en la industria automotriz), las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) están urgidas de ver una economía que traduzca los “avances” macroeconómicos en más ventas.

 

En este tenor tenemos que de acuerdo a los Criterios Generales de Política Económica 2014 presentados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la tasa de incremento del PIB esperada para este año es de 3.9%; mientras que la encuesta del Banco de México sobre expectativas económicas del sector privado correspondiente a diciembre de 2013, señala que se espera que el PIB crecerá 3.41% en 2014.  Por su parte, el banco HSBC recientemente estimó que este año el PIB mexicano crecerá 4.1%, mientras que el banco CI considera que éste aumentará 4.2%. 

 

Cabe señalar que las mejores expectativas de crecimiento económico están apoyadas en una “mejoría” de las condiciones tanto internas como externas, así como la implementación de las reformas estructurales, como la financiera y la energética. 

 

Un pilar fundamental para la “recuperación” económica será la deuda pública. Y es que no hay que olvidar que para este año los legisladores aprobaron que los requerimientos financieros del sector público ascenderán a una cantidad que representa el 4.1% del PIB, y de ese tamaño será la nueva deuda de todo el sector público federal. Lo anterior implica más gasto público y un aumento de la demanda agregada (aunque sea de manera artificial).   

 

Una mayor demanda agregada significa en teoría una recuperación del mercado laboral, menos desempleo y más consumo privado, aunque respecto a este último punto no haya aun claridad ya que el alza de impuestos a empresas y al consumo que entró en vigor el 1 de enero podría neutralizarlo. Es decir, por un lado habrá una mayor demanda agregada impulsada por el gasto público, pero por otra parte, el alza de impuestos representa un freno económico para la inversión empresarial y el consumo de las familias.

 

Sin embargo, si logramos montar la planta manufacturera nacional en el crecimiento de Estados Unidos, el cual fue de 4.1% en el tercer trimestre de 2013, entonces nuestras exportaciones manufactureras no automotrices podrían crecer a una tasa más elevada que la observada en 2013 (apenas 1.4% al mes de noviembre). Se debe advertir que para beneficiarnos más de los beneficios del crecimiento estadounidense, primero se debe abatir la actual sobrevaluación del peso mexicano frente al dólar, la cual es en este momento de un 7.2% aproximadamente.

 

Así pues, todo parece indicar que este año 2014 será mejor que el 2013; aunque quiero insistir en que el crecimiento del PIB se dará principalmente por medios artificiales a través de aumento del gasto y deuda pública, y a costa de golpear a las empresas y a las familias.   

 

Independientemente de lo anterior, si en verdad logramos que la economía mexicana crezca a una tasa superior al 3% en el 2014, entonces el gran reto para el gobierno federal será lograr que este crecimiento se traduzca en beneficios para las mipymes y no sólo para las grandes empresas, las cuales son esencialmente monopolios y oligopolios protegidos (muchos de ellos extranjeros) desde la misma estructura gubernamental.

 

En este sentido quiero hacer mención lo que acaba de señalar Ruchir Sharma, autor del libro Breakout nations: in pursuit of the next economic miracles, en el sentido de que el bajo crecimiento de la economía mexicana tiene su origen en la alta concentración que ejercen las 10 principales empresas familiares del país.

 

Este autor, quien también se desempeña como estratega de mercados emergentes en Morgan Stanley, señala que estas “10 empresas familiares controlan casi todas las industrias en México, desde la de telefonía hasta los medios de comunicación, lo que les permite extraer altos precios, sin mucho esfuerzo”.

 

Es así que este autor coincide con los señalamientos que han hecho personalidades mexicanas de la talla de Denise Dresser, en el sentido de que el gran problema de México son sus oligopolios protegidos e intocables por parte del gobierno federal, los cuales generan rentas económicas astronómicas para sus dueños, lo que nos permite tener una gran cantidad de personalidades en la lista de Forbes. Pero a cambio de esto tenemos abusos en precios y tarifas y mal servicio para las mipymes mexicanas.

 

Es necesario que el modelo económico mexicano en el cual el crecimiento del PIB es bajo, y cuando éste ocurre beneficia principalmente a las grandes empresas, cambie en beneficio de una mayor cantidad de mipymes.

 

En este sentido vale la pena retormar lo que el pasado 30 de diciembre señaló Jorge Dávila Flores, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), quien pidió al Gobierno Federal elevar a un mínimo de 40 mil millones de pesos el presupuesto destinado a las mipymes “para que de manera responsable se impulse el crecimiento económico y la generación de empleos, con bienestar social en México” a través de apoyos en consultoría, capacitación y equipamiento.

 

Y es que en el año 2013 el Gobierno Federal asignó un monto de apenas 7 mil 291 millones de pesos para las mipymes y para el 2014 el presupuesto es de apenas 9 mil 377 millones de pesos.

 

Estas cantidades son irrisorias, cuando se considera que las mipymes representan el 99% de las empresas del país, generan el 74% de los empleos formales y aportan el 52% del PIB nacional.

 

Por otra parte, se vuelve fundamental que si en el 2014 habrá un importante incremento en el gasto público hasta sumar 4.467 billones de pesos (la cifra más alta de la historia), pues se requiere que más mipymes participen en licitaciones y asignaciones públicas, y que éstas no sean como siempre en beneficio de las grandes o de extranjeras. En este sentido sería importante ver programas, por ejemplo,  de la Secretaría de Educación Pública para que se le dote de dos pares de zapatos y dos uniformes a todos los niños y jovencitos que acuden a escuelas públicas, y que sean empresas mexicanas las que produzcan estos bienes. Este tipo de medidas serían oxígeno puro para industrias como la del calzado y vestido.

 

Otro aspecto en el que el gobierno federal debe trabajar es en la parte de la internacionalización de la industria nacional a través de más apoyos de organismos como Proméxico y Bancomext. Debe haber más recursos para que empresas nacionales participen en ferias internacionales, asesorías, capacitación, cursos y demás apoyos que se traduzcan en una mayor presencia de empresas mexicanas en el exterior.

 

Sin duda el tema del combate al contrabando y a la subvaluación es una asignatura pendiente este año. Esperemos que la autoridad dé golpes fuertes en contra de los contrabandistas y de los importadores que declaran valores falsos de las mercancías en la aduana con el fin de evadir impuestos y destruir la planta productiva nacional.

 

En fin, hay mucho que se puede hacer para apoyar a las mipymes para que este año 2014 sea de recuperación y todos podamos aprovechar los beneficios del crecimiento económico (aunque este sea producto de mayor gasto público).

Director General GAEAP*

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