Artículos editoriales |
Fecha: 27/10/13 |
¿Por qué fallan las políticas?: no hay meta en materia de empleo Alejandro Gómez Tamez* Alicia: “Dime gato, ¿Cuál es el camino correcto? Gato: “¿A dónde te diriges?” Alicia: “No lo sé” Gato: “Si no sabes a dónde vas, poco importa el camino que tomes” Tomado de Alicia en el País de las Maravillas
Algo bien sabido en el mundo de los negocios y de la administración pública es que para lograr lo que se desea, pues es elemental fijar un objetivo en términos cuantitativos. Si no se hace esto pues entonces no habrá rumbo, y lo que se haga no se sabrá si estuvo bien hecho porque tampoco sabremos si el objetivo se cumplió.
En este sentido, en México existen dos instrumentos esenciales para darle rumbo al país en materia de políticas públicas. Por un lado está el Plan Nacional de Desarrollo (el cual se elabora al inicio de cada sexenio) y por el otro están los Criterios Generales de Política Económica (los cuales se presentan por parte del Ejecutivo al Legislativo cada año como parte del Paquete Económico).
De acuerdo a la fracción IV del Artículo 16 de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, los “Criterios Generales de Política Económica explicarán las medidas de política fiscal que se utilizaran para el logro de los objetivos, las estrategias y metas, así como las acciones que correspondan a otras políticas que impacten directamente en el desempeño de la economía”
Bajo esta premisa uno entiende que en los CGPE deben estar plasmadas las metas cuantificables de las principales variables macroeconómicas del país que inciden en la recaudación fiscal, tales como el Producto Interno Bruto, tasas de interés, tipo de cambio, creación de empleos, entre otras más. Pero lo que veremos en este análisis es que si bien se hace mención al tema del empleo en los CGPE, no hay una meta cuantificada al respecto y por lo tanto es manejado con ambigüedad.
Diagnóstico del empleo En los CGPE 2014 se hacen múltiples menciones al tema del empleo como parte del diagnóstico de la situación económica general del país. De hecho hay tres puntos del texto que considero dignos de destacar:
1. “…información del INEGI indica que las empresas con menos de 10 empleados concentran alrededor de 60 por ciento del empleo total de la economía. Por tanto, la simplificación administrativa es un factor clave para acelerar la formalización de la economía.”
2. “Las MIPYMES (micro, pequeñas y medianas empresas) son de gran importancia para el desarrollo nacional ya que representan más del 30 por ciento de la Producción Bruta Total y generan más del 70 por ciento de los empleos en el país.”
3. “Entre 2007 y 2013, el número de trabajadores afiliados al IMSS, creció a un ritmo anual promedio de 2.8 por ciento. En ese periodo, los sectores con mayores ritmos de expansión en el empleo formal fueron la industria extractiva, los servicios para empresas y hogares, el comercio y las actividades agropecuarias.”
Estos conceptos resultan importantes porque por una parte se hace un reconocimiento a la relevancia de las Mipymes como unidades económicas importantes para la creación de empleos (a ver si esto les motiva a darle más recursos al Instituto Nacional del Emprendedor, que claramente se quedó muy corto en apoyos en 2013), se hace un reconocimiento de una tasa muy baja de creación de empleos en los últimos años, pero desafortunadamente no aparece la industria de la transformación como una de las de mayor ritmo de expansión en el empleo. Y si no aparece como tal, pues será difícil darle su justa dimensión.
Esto último preocupa ya que haciendo una revisión de las estadísticas de empleos formales registrados ante el IMSS, tenemos que en el periodo de septiembre de 2012 al mismo mes de 2013, la industria de la transformación registró un aumento de 3.8%, y contribuyó con el 33.1% de la totalidad de los empleos creados (157,526 unidades), lo que la convierte en la rama de actividad que más empleos formales generó en México en el último año.
Metas en materia de empleo en los CGPE 2014 Como ya lo advertimos, los CGPE 2014 hacen mención de que habrá crecimiento del empleo en 2014, pero en ningún momento se establece una meta clara al respecto. De hecho, haciendo un análisis completo del documento encontramos las siguientes cinco menciones:
1. En la página 66 se señala que “En cuanto a los componentes de la demanda interna, de igual manera se estima un mejor desempeño que el observado en 2013, debido a que se prevé una aceleración en la generación de empleos, un incremento elevado del crédito, un aumento en la inversión pública y una mayor confianza de los consumidores y productores.”
2. En la página 79 se menciona que “Para 2014, el paquete económico prevé un déficit de 1.5 por ciento del PIB, sin considerar la inversión de Pemex. Este déficit permitirá un estímulo contracíclico para apoyar a la economía y al empleo, al tiempo que permitirá invertir de manera decidida desde ahora para alcanzar los frutos de las reformas estructurales lo antes posible”
3. En la página 145, condicionado a la aprobación reforma energética en los términos en los que fue presentada por el Ejecutivo, se señala que “Se crearán cerca de medio millón de empleos adicionales en este sexenio y 2.5 millones de empleos de aquí al 2025.”
4. En la página 160 se indica lo siguiente “Asimismo, las estimaciones actuales indican que en el mediano plazo los componentes de la demanda interna registrarán un dinamismo significativo. Los crecimientos del gasto y del consumo estarán apuntalados por una continua creación de empleos, incrementos elevados en el crédito a los hogares y empresas, y niveles vigorosos de inversión pública.”
5. En la página 162 se indica que “Las propuestas de reforma que se encuentran en discusión en el H. Congreso de la Unión (la energética y la financiera), la Reforma Social y Hacendaria que acompaña al Paquete Económico 2014, al igual que las aprobadas en materia de telecomunicaciones, educación y mercado laboral, tienen la capacidad de incrementar, de manera sostenida, el potencial de crecimiento de la economía. Se estima que este conjunto de reformas podría aumentar el crecimiento potencial de la economía mexicana de cerca de 3.5 por ciento a 5.4 por ciento en el mediano plazo. El crecimiento adicional que se tendría entre 2015 y 2019 podría traducirse en una generación adicional de más de 300 mil empleos formales por año, por lo que ésta superaría el millón de plazas anuales.”
Como se puede apreciar, lo que sobra es ambigüedad, y sólo el punto 5 hace mención de que si se aprueban todas las reformas estructurales se superaría el millón de empleos creados cada año, de lo contrario el texto hace intuir que la economía nacional estaría generando de manera inercial unos 700 mil empleos cada año.
Pero la realidad actual de México indica que si no se toman las medidas necesarias para apoyar a la industria manufacturera, ni siquiera se crearán esos 700 mil empleos (que intuimos es la meta del gobierno federal), ya que ésta sufre por la falta de apoyos por parte del gobierno federal, se están preparando ajustes en el marco fiscal que la golpearán aún más y castigarán la contratación de personal, se está dando una apertura comercial sin estrategia, y por el contrario, las leyes se hacen para cada vez darle más facilidades a la importación de bienes terminados, los cuales desplazan a los productos hechos en México por trabajadores mexicanos.
A este respecto se debe señalar que si bien la balanza comercial de México en 2012 muestra que tuvimos exportaciones por 370.057 mil millones de dólares (mmdd), e importaciones de 370.751 mmdd, por lo que en dicho año tuvimos un déficit en la balanza comercial de apenas -45.80 millones de dólares, la realidad manufacturera muestra una situación muy diferente, ya que si eliminamos las exportaciones e importaciones de productos petroleros de la balanza comercial, entonces vemos que México tuvo en 2012 un déficit de -11.798 mmdd.
Y lo mismo sucede en los primeros ocho meses de 2013, ya que si bien en el periodo tenemos un déficit en la balanza comercial de -3.535 mmdd, a la hora que sustraemos los productos petroleros nos encontramos con un déficit de -8.201 mmdd en tan sólo ocho meses.
Así pues, lo que vemos con todo esto es un país en el que el gobierno no ha fijado metas claras en materia de creación de empleos para el año entrante, no obstante que esta variable es fundamental para sus cálculos de recaudación fiscal. Si no hay metas claras, pues no hay estrategia que se pueda implementar y evaluar, ya que al final de cuentas no se sabe si se busca que el año entrante haya 500 mil empleos más o un millón. No hay pues criterio para evaluar.
Ojala que este importante punto sea aclarado y se nos diga con precisión cual es la meta y como la van a lograr, ya que lo que hicieron en el 2013 no sirvió de mucho debido a que en el mejor de los casos las cosas pintan para crearán a lo mucho 450 mil empleos.
Director General GAEAP* www.alejandrogomeztamez.com |
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