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Fecha: 17/11/13

Economía e industria manufacturera en aprietos

Alejandro Gómez Tamez*

 

Estamos cerca de que termine el año 2013, y la ansiada recuperación económica que se nos prometió para el último trimestre del año parece que no llegará, y de esta manera los bancos y analistas en economía continúan ajustando a la baja sus previsiones sobre el crecimiento del PIB este año hasta llevarlo a una expectativa que ronda el 1% real.

 

Para el 2014 la apuesta del Gobierno Federal para reactivar la economía parece descansar en dos puntos básicos: 1) Un mayor gasto público (buena parte sustentado en un déficit fiscal que representa el 1.5% del PIB) que sirva para detonar el crecimiento económico, y 2) La aprobación de la reforma energética y tal vez alguna otra que por ahí pueda entrar en la agenda legislativa.

 

En contra de estos dos hechos van a jugar un importante papel los cambios recientemente aprobados en el marco fiscal mexicano, los cuales hacen de México un país mucho menos atractivo para invertir y  producir, y que además le quitan dinero a las empresas y familias mexicanas para transferírselo a un  gobierno federal que ha mostrado ser ineficiente.

 

Por su parte, el hecho de que la economía de Estados Unidos haya crecido 2.8% en el tercer trimestre de este año invalida en definitiva el discurso gubernamental en el que le echa la culpa de nuestra debilidad económica a nuestro vecino del norte. Por lo que si las cosas en materia económica no salen bien en el 2014 tendrán que buscarse otro pretexto que les crea la gente.

 

En obstante lo anterior, la enorme mayoría de los analistas en economía considera que el año 2014 México puede crecer en su PIB por encima del 3%, de hecho los Criterios Generales de Política Económica 2014 que sirvieron de base para armar el Paquete Económico para el año que entra, establecen que la economía nacional crecerá en el 2014 a una tasa de 3.9%.

 

En mi particular punto de vista, creo que será muy complicado alcanzar ese incremento de 3.9% en el PIB, y dependerá de que el gobierno federal efectivamente arranque el 2014 pisando a fondo el acelerador del gasto público, que se logré salir de la actual situación económica tan complicada.

 

Considero que no será fácil echar a andar nuevamente a una planta manufacturera que ahora en día crece nominalmente a tasas bajas, ya que este crecimiento se da apoyada en sólo unas cuantas ramas de actividad y no en la mayoría de éstas, como se ilustra a continuación:

 

El INEGI reporta en su Banco de Información Económica (BIE), que de acuerdo a los resultados de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM), en el comparativo de los primeros ocho meses de 2013 respecto a los mismos meses de 2012, el valor total de la producción de la industria manufacturera registró un aumento de 1.55%.

 

Esto pudiera parecer “aceptable” en el actual contexto de desaceleración, pero no lo es cuando se toma en consideración que la inflación en el periodo de referencia fue de 3.5%, por lo que en términos reales el valor de la producción en los primeros ocho meses de este año es menor al observado el año pasado.

 

De cualquier forma, sabemos que no todas las industrias crecen a la misma tasa, y que hay algunas a las que les está yendo relativamente bien y otras a las que les está yendo bastante mal.

 

Así, en esta entrega, he clasificado las ramas de actividad de la industria manufacturera en tres grupos (de acuerdo a su desempeño), los cuales presento a continuación:

 

I. Ramas de la industria manufacturera con crecimientos en el valor de la producción por encima de la inflación (con crecimiento real):

336 Fabricación de equipo de transporte 6.35%

324 Fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón   5.32%

322 Industria del papel 4.80%

315 Fabricación de prendas de vestir 4.42%

325 Industria química 3.84%

 

II. Ramas de la industria manufacturera con crecimientos en el valor de la producción, pero por debajo de la tasa inflacionaria (con caídas en términos reales): 

323 Impresión e industrias conexas 2.61%

312 Industria de las bebidas y del tabaco 2.60%

311 Industria alimentaria  2.41%

316 Curtido y acabado de cuero y piel, y fabricación de productos de cuero, piel y materiales sucedáneos 1.67%

321 Industria de la madera 0.91%

327 Fabricación de productos a base de minerales no metálicos 0.18%

 

III. Ramas de la industria manufacturera con disminución en el valor de la producción (con caídas en términos reales y nominales): 

339 Otras industrias manufactureras              -1.39%

334 Fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos -1.77%

326 Industria del plástico y del hule    -2.09%

333 Fabricación de maquinaria y equipo -2.71%

335 Fabricación de accesorios, aparatos eléctricos y equipo de generación de energía eléctrica -3.85%

313 Fabricación de insumos textiles y acabado de textiles    -4.36%

314 Fabricación de productos textiles, excepto prendas de vestir     -5.71%

332 Fabricación de productos metálicos -6.05%

337 Fabricación de muebles, colchones y persianas             -6.37%

331 Industrias metálicas básicas -14.05%

 

Así pues, podemos ver en términos generales que hay sólo cinco ramas que crecen en su producción a una tasa por encima de la inflación, hay seis ramas que crecen nominalmente pero por debajo de la tasa de inflación, y hay diez ramas con caídas nominales y reales en el valor de su producción.

 

¿Entonces si la enorme mayoría de actividades manufactureras está decreciendo, porque el INEGI dice que la manufactura en su conjunto reporta un aumento de 1.55%?

 

La respuesta es muy simple,  y lo que sucede es que las cinco ramas que reportan crecimiento por encima de la inflación, representan en el 2013 el 52.2% del total del valor de la producción de la industria manufacturera, y tan sólo la actividad “336 Fabricación de equipo de transporte” representa casi una cuarta parte de todo el valor de la manufactura nacional.

 

De esta manera, hay en el país 16 ramas manufactureras con problemas, pero el número se ve aceptable porque la industria automotriz (que entra en la fabricación de equipo de transporte) registra buenos números. El reto para el gobierno federal en el 2014 será apoyar a todas éstas por igual para que registren buenos números.

 

Ante todos estos datos, y si el gobierno federal quiere verdaderamente lograr un crecimiento de 3.9% en el PIB para el año 2014, será necesario impulsar la manufactura nacional con el gasto público, pero también con una política económica inteligente. Esto último implica dejar de estar bajando los aranceles unilateralmente y pensar muy bien en los tratados comerciales nuevos que se desee firmar, ya que como lo he expuesto en anteriores entregas, esto no se ha traducido en más producción ni empleo en la industria manufacturera nacional.

 

Será necesario además que Proméxico, Bancomext y el Instituto Nacional del Emprendedor verdaderamente apoyen a la planta manufacturera nacional con programas que incidan en su competitividad y que les ayuden a incursionar en nuevos mercados.

 

Si las cosas se quedan como hasta ahora, y el gobierno se queda cruzado de brazos esperando que sólo a través de un mayor gasto público y con la reforma energética se resuelvan los problemas nos llevaremos una gran desilusión. No hay que olvidar que el daño ocasionado por los cambios fiscales es con lo que estaremos arrancando el año 2014, esperemos que el gobierno le compense este mal a las empresas y familias con políticas públicas inteligentes para que la economía pueda crecer.

 

Director General GAEAP

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