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Artículos editoriales / Análisis economía China |
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Fecha: 24/11/13 |
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Y la goliza que nos pone China no termina Alejandro Gómez Tamez*
Después de las visitas de estado recíprocas entre México y China que se llevaron a cabo hace unos meses, parecía que comenzaría una nueva etapa en las relaciones comerciales entre ambas naciones, pero los datos estadísticos publicados hasta ahora por el INEGI no sólo dan cuenta de que continúa el severo déficit comercial en contra de México, sino que éste se ha agravado de manera considerable en comparación con el año 2012.
Al inicio de la actual Administración Federal, se nos dijo que entraríamos en una nueva etapa de colaboración con el gigante asiático. De hecho en los primeros días de abril de este año el presidente Enrique Peña Nieto realizó una visita oficial a China y posteriormente, el presidente chino Xi Jinping hizo lo propio con una visita oficial a México, la cual comenzó el 7 de junio. En los comunicados de prensa emitidos después de ambas visitas se daba cuenta de la firma de una Declaración Conjunta entre China y México, en la cual se destacaba que se elevaría el nivel de Asociación Estratégica a una Asociación Estratégica Integral. Además, se nos informaba de los siguientes puntos en materia comercial:
· Se permitirá el libre acceso al mercado chino de la carne de cerdo, · Acceso a todas las categorías de tequila al mercado consumidor de China, · Solución a los problemas de la industria textil y de vestido, · Creación dentro de la Secretaría de Economía de una unidad especializada en asuntos de ambas naciones, · Conformación de un grupo de alto nivel empresarial, · Integración de un grupo bilateral de alto nivel.
Y por si esto fuera poco, también se anunciaba que China compraría, a partir de abril de este año, a Petróleos Mexicanos (Pemex) un mínimo de 30 mil barriles diarios de petróleo, producto de un acuerdo firmado por dos años con la paraestatal china Sinopec.
Así pues, no obstante lo anterior, ya con los datos del mes de septiembre de 2013 vemos que la Declaración firmada hasta ahora no ha servido para mejorar el déficit comercial que tenemos con dicha nación, y que por el contrario, los números de 2013 son considerablemente peores a los de 2012 (con todo y que en México estamos atravesando una etapa de fuerte desaceleración económica).
De acuerdo con las estadísticas del Banco de Información Económica de INEGI, en los primeros nueve meses de 2013 México exportó a China mercancías por 4.798 miles de millones de dólares (mmdd), e importamos de dicha nación bienes por 44.990 mdd, lo que nos ocasiona un déficit en nuestra balanza comercial en tan sólo nueve meses por -40.192 mmdd.
Lo anterior implica que en el comparativo de los primeros nueve meses de este año con respecto a los mismos meses de 2012, que nuestras exportaciones a China crecieron 14.7%, mientras que las importaciones provenientes de dicha nación se elevaron 9.5%, y entonces como resultado de lo anterior nuestro déficit comercial se deterioró en el periodo de referencia en 8.9%. Evidentemente estamos peor.
Ante estos datos alguien pudiera argumentar que éstos son positivos porque las exportaciones mexicanas hacía China crecieron más de lo que aumentaron nuestras importaciones procedentes de dicha nación (14.7% vs 9.5%). Esto puede ser cierto, sin embargo, si quitamos el comercio de petróleo entre México y China la situación es aún más grave.
En los primeros meses de 2013 México exportó a China bienes no petroleros por 4.140 mmdd, y realizó importaciones provenientes de dicha nación por 44.837 mmdd, por lo que tuvimos un déficit en nuestra balanza comercial con ellos sin petróleo por -40.696 mmdd. Estos datos implican que en el comparativo respecto a los primeros nueve meses de 2012, nuestras exportaciones no petroleras a China aumentaron tan sólo 4.6%, mientras que nuestras importaciones no petroleras de China crecieron 9.5%, lo que ocasiona que nuestro déficit en la balanza comercial no petrolera con China se haya deteriorado 10.0%.
Así pues, irrefutablemente los datos oficiales de INEGI muestran que nuestro déficit en la balanza comercial con China es en el 2013 peor de lo que fue en 2012 y es mucho más dañina que la observada en cualquier año previo, por lo que los acuerdos hasta ahora firmados entre gobiernos con dicha nación asiática no han servido de mucho.
Desde luego que la situación con China se vería mucho peor si las estadísticas reflejaran los precios verdaderos de los productos que provienen de allá. En esta columna hemos dado cuenta del grave problema de subvaluación (subfacturación) en las Aduanas mexicanas con el fin de evadir impuestos, por lo que si las mercancías entrarán a México con el valor real seguramente nuestra balanza comercial con China sería peor en otros tantos miles de millones de dólares.
Ante todos estos datos, más de uno puede pensar que cual es el afán de criticar esta situación. El objetivo con este análisis es crear conciencia de que tenemos una relación comercial que a México le cuesta miles de empleos al año que se pierden y se dejan de producir, ya que no hay reciprocidad en lo que México le da de facilidades a los productos chinos para que entren a México. Son empleos que se dejan de crear en México y se están creando del otro lado del Océano Pacífico.
El gobierno mexicano debe presentar urgentemente un plan realista para mejorar la relación comercial con China, y ya basta de buenas intenciones. Necesitamos tomar medidas para salvaguardar nuestra economía, ya que de lo contrario la goliza comercial que nos ponen los chinos en el comercio internacional continuará agravándose en perjuicio de los empleos y la planta manufacturera nacional.
Director General GAEAP* alejandrogomeztamez.com
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