Pero esto no es todo, de acuerdo con cifras del Tercer Informe Trimestral 2014 de Petróleos Mexicanos de noviembre de dicho año (es el más reciente disponible) esta empresa pagó en los primeros nueve meses de 2014 un total de 138.360 mmdp por concepto de impuestos indirectos y 631.968 mmdp por impuestos directos (en este rubro entran los derechos sobre hidrocarburos). De esta manera, tenemos que en los primeros nueve meses de 2014 Pemex destinó al pago de impuestos directos e indirectos una cantidad que representa el 57.2% de sus ingresos totales, lo que le llevó a recurrir a un endeudamiento neto por 155.415 mmdp
De esta manera, al 30 de septiembre de 2014 (dato más reciente publicado por Pemex), la deuda documentada total de la empresa, incluyendo intereses devengados ascendió a 989.975 mmdp, cifra superior a los 822.774 mmdp observada al cierre de 2013.
De acuerdo con Pemex, el destino de los financiamientos es complementar los recursos requeridos para el desarrollo de los proyectos de inversión de Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios, así como para llevar a cabo operaciones de refinanciamiento o manejo de pasivos encaminadas a optimizar la estructura de los financiamientos.
Pero la realidad es que parte del destino de los nuevos créditos obtenidos por Pemex es tapar los huecos que le deja en sus finanzas los derechos y aprovechamientos que le cobra el gobierno federal. Es decir, parece como si el gobierno federal ya hubiera entendido que le resulta más simple y políticamente correcto cobrarle derechos extraordinarios o “aprovechamientos para la nación” a Pemex (como el de 50 mmdp que le cargó en diciembre de 2014) y que sea la empresa la que se endeude posteriormente para tapar dichos faltantes en sus finanzas y poder así llevar a cabo su gasto de inversión.
¿Y para 2015 cuanto tiene que pagar Pemex al gobierno federal? De acuerdo con el régimen fiscal transitorio aprobado para la empresa, la hacienda pública deberá recibir del “sector hidrocarburos” al menos el equivalente a 4.7% del Producto Interno Bruto estimado, lo que asciende a unos 860 mmdp.
En un contexto de caída estrepitosa en los precios del petróleo, aunque los barriles destinados a la exportación cuentan con una cobertura que garantiza un precio de 76 dólares por barril, es que Pemex enfrenta importantes presiones en sus finanzas ya que tiene que hacer frente al reto de incrementar su capacidad productiva, pero también debe generar suficientes recursos para fondear una tercera parte del presupuesto del gobierno federal.
Es así que Pemex ha tenido que recurrir a contratar más y más deuda con el fin de alimentar al monstruo devorador que representa el gobierno federal, pero el problema es que lo ha hecho a un nivel cada vez más acelerado y a tasas excesivamente altas. Como lo comentábamos en la pasada entrega, la empresa productiva del estado colocó el pasado 5 de febrero un total de 24.3 mmdp en certificados bursátiles a tasas ridículamente altas (4.3 mmdp a plazo de 5.85 años a una tasa de TIIE 28 + 0.25, 2.98 mmdp a 11 años a tasa de 3.94% + tasa fija, 17 mmdp a 11.9 años a 7.47% tasa fija).
Si tomamos como referencia la máxima del mercado en el sentido de que la tasa de interés refleja el riesgo de una operación, pues podemos concluir que los inversionistas no están viendo nada bien la viabilidad financiera de Pemex para el corto y mediano plazos, de otra manera no se explica el porqué de pagar estas tasas de interés, sobre todo cuando uno toma como referencia que bancos, como Banorte, ofrecen créditos hipotecarios a tasa fija de 8.48% anual.
Las cifras que leemos en medios especializados y en los reportes dejan en claro que el gobierno federal sigue disponiendo de los recursos de Pemex a su antojo, y muestra de ello es el aprovechamiento que sorpresivamente le fue cobrado por 50 mmdp en diciembre pasado, lo que seguramente motivó o aceleró la colocación del bono por 6,000 millones de dólares que hizo en enero de este año.
Resulta curioso que si uno suma el monto de este aprovechamiento de 50 mmdp que le cobraron a Pemex más el recorte que le impusieron a la empresa por 62 mmdp, más el recorte de 10 mmdp anunciado para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), resulta en una cantidad similar al recorte total al gasto por 124 mmdp anunciado por el Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el pasado 30 de enero. En ese tenor, ¿Dónde está el “sacrificio” de apretarse el cinturón por parte del gobierno federal? La realidad es que no se ve por ningún lado en este momento, pero eventualmente tendrá que darse y por eso he anticipado que veremos un nuevo recorte al gasto probablemente en julio o agosto de este año.
A manera de conclusión no queda más que señalar que Pemex atraviesa por una situación preocupante en sus finanzas públicas y las cosas solo parece que van a empeorar en el año 2016 y los que siguen. La sed de recursos por parte del gobierno federal tiene a la empresa en un estado de parálisis en su inversión productiva y el conseguir financiamiento le resulta cada vez más caro. Si a esto le sumamos las acusaciones de corrupción en sus contratos y en su trato con el sindicato, el diagnóstico es de una empresa sin mucho porvenir.
Más allá de los problemas de corrupción que rodean a la empresa, para comenzar a resolver esto verdaderamente el gobierno federal debe diseñar un plan claro de ajuste fiscal, de tal manera que si van a hacer un presupuesto base cero para el 2016 realmente sea efectivo, para que así se liberen algunas presiones para las finanzas de Pemex y no salgan con sorpresas como la de diciembre del año pasado cuando nomás porque si le quitaron 50 mmdp.
Debe quedar claro que si no se toman acciones que diversifiquen los ingresos federales haciendo que paguen los evasores de impuestos, sobre todo los que importan mercancías en condiciones de subvaluación, el gobierno federal seguirá mermando las finanzas de Pemex y provocando con ello de manera indirecta que continúe la disminución en su nivel de producción y su empobrecimiento.
Director General GAEAP*
La realidad de la economía de México...
Última actualización: 15/Feb/15
La crisis de
finanzas públicas
que se avecina
En los últimos años
México ha visto su nivel
de endeudamiento público
crecer de forma
exponencial y peligrosa,
comprometiendo la
viabilidad presupuestaria
de las administraciones
federales futuras, y así
como la capacidad de
éstas para proveer a los
mexicanos de los bienes y
servicios públicos que
requieren.
De acuerdo con el más
reciente Informe sobre la
situación económica, las
finanzas públicas y la
deuda pública por parte
de la Secretaría de
Hacienda y Crédito
Público (SHCP), al cierre
de 2014 el saldo de la
deuda neta del Gobierno
Federal se ubicó en 5.462
billones de pesos, cifra que
representa el 30.1% del
Producto Interno Bruto
(PIB). Cabe señalar que de
este total, el 79.2%
corresponde a pasivos
denominados en pesos
mexicanos y el resto es
|
La insaciable
necesidad de deuda
por parte de Pemex
Mientras el gobierno
federal anuncia medidas
de austeridad y un
primer recorte al gasto
del sector público, con el
fin de ir ajustando a la
baja el monto del gasto en
anticipación a la debacle
de los ingresos públicos
prevista para 2016, la
empresa productiva del
estado Pemex continúa
endeudándose de acuerdo
a su programa
autorizado, pero
desafortunadamente en
condiciones poco
transparentes para la
población en
|
Los negocios de
PEMEX a costa de
los mexicanos
En días recientes hemos
escuchado mucha
información que nos lleva
a reflexionar sobre las
finanzas de la empresa
Petróleos Mexicanos
(PEMEX), ya que por un
lado se ha profundizado la
molestia ciudadana y
empresarial por el
creciente diferencial
entre los precios de la
gasolina en México y
Estados Unidos; y por otra
parte, es necesario
evaluar con objetividad la
pertinencia y el resultado
de la reciente colocación
de un bono por 6 mil
millones de dólares
(mmdd) por parte de esta
empresa en los mercados
de capital
internacionales. A
continuación presento
|
Autor: Alejandro Gómez Tamez*
Derivado del estancamiento económico que entra ya en su tercer año, y por las presiones que ejerce un creciente gasto del sector público, observamos a un gobierno federal desesperado por obtener mayores recursos. El problema principal que se ocasiona con esto es que las autoridades federales están comprometiendo la viabilidad financiera de Pemex en el corto y mediano plazos al provocar que esta empresa productiva del estado tenga que contratar cada vez más deuda a tasas ridículamente altas.
Para ilustrar esto, veamos primero las cifras oficiales. De acuerdo con las Estadísticas Oportunas de Finanzas Públicas publicadas en el portal de internet de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los ingresos presupuestarios del gobierno federal ascendieron a 2.888 billones de pesos en el año 2014. De este monto, Pemex contribuyó con 780.414 mil millones de pesos (mmdp) pagando derechos sobre hidrocarburos, lo que representó el 27.07% del total.
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