Aunque sea un poco tarde, se debe reconocer que es muy positivo que el secretario Videgaray haya reconocido lo que era evidente: el consumidor mexicano promedio tiene miedo y se siente pesimista. Esto es algo que señalamos desde esta columna el pasado 6 de octubre de 2014 en un editorial titulado “Sin confianza del consumidor la recuperación no será plena”. Y es que si el principal componente de la demanda agregada es el consumo privado, representando de acuerdo con cifras de INEGI el 51% de ésta, se antoja difícil una recuperación cuando la gente no siente confianza para gastar dada la incertidumbre que representa el futuro en el corto plazo.
Los datos del deterioro son evidentes: al analizar el Índice de Confianza del Consumidor publicado por el INEGI, vemos que éste promedió un valor de 89.9 en 2014, valor por debajo del observado en 2013 de 94.5 y también inferior al 95.8 registrado en 2012. Así pues, vemos que de 2012 a 2014 la confianza de los consumidores cayó 6.2%, lo que sin duda se traduce en debilidad del principal componente de la demanda agregada y por lo tanto en estancamiento económico.
¿Por qué se ha desplomado la confianza de los consumidores? Han sido varios los golpes que ha recibido la población por parte del gobierno federal: promesas incumplidas por la falta de beneficios palpables tras la aprobación de las reformas estructurales; aprobación de una reforma fiscal que desapareció el Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos), aumentó diversos impuestos al consumo a través de alzas en el IEPS y eliminó la exención del IVA a diversos productos como el alimento de las mascotas, subió el IVA en las fronteras del país, modificó el Código Fiscal de la Federación imponiendo diversas disposiciones a contribuyentes que simplemente no están en condiciones de cumplirlas; recurrentes gasolinazos en un contexto de caída de los precios de la gasolina en el resto del mundo, entre muchos más factores que han contribuido a erosionar el poder de compra de la población.
Por todo lo anterior, pues qué bueno que por fin el gobierno federal visualizó esto para que se pongan a trabajar para restaurar la confianza de los consumidores, aunque en el contexto actual de volatilidad financiera, escándalos de corrupción en todos los partidos políticos, caída de los precios del petróleo y recortes al gasto público se ve poco probable que se pueda avanzar mucho en aumentar la confianza de los consumidores este año.
En este sentido vale la pena recordar que la meta de la SHCP de crecimiento del PIB para 2015 en un rango de 3.2 a 4.2% acaba de ser ratificada por el propio gobierno federal, pero el Banco de México recientemente ajustó a la baja su expectativa de crecimiento del PIB para este año a un rango entre 2.5 y 3.5%. Además de que la mayoría de los bancos ya también ajustaron a la baja su pronóstico, como es el caso de Banamex que lo sitúa en 3.0%; los más pesimistas ubican el PIB de 2015 en un crecimiento e 2.2 por ciento.
Desequilibrio comercial con naciones asiáticas
Un segundo aspecto que limita las posibilidades de crecimiento de la economía mexicana es nuestro creciente y gigantesco déficit comercial con las naciones asiáticas, en especial con China. A continuación veremos porque.
De acuerdo con cifras del INEGI en el año 2014 registramos exportaciones a las naciones del continente asiático por 17.687 mil millones de dólares (mmdd), cifra 4.4% inferior al monto exportado en 2013. Por su parte, en ese mismo año México realizó importaciones de bienes provenientes de naciones asiáticas por 127.625 mmdd, cifra 6.9% superior a la observada en 2013. De esta manera, pasamos de tener un déficit acumulado en nuestra balanza comercial con las naciones asiáticas de -100.937 mmdd en el año 2013 a uno de -109.938 mmdd en 2014.
Nuestro desequilibrio comercial con las naciones asiáticas es un mal crónico porque cada año va en aumento, y además es generalizado con prácticamente todas las naciones de dicho continente. De acurdo con el INEGI, en 2014 registramos déficit en nuestra balanza comercial con China de -60.276 mmdd, con Japón de -14.935 mmdd, con Corea del Sur de -11.744 mmdd, con Malasia de -6.365 mmdd y con Taiwan de -5.975 mmdd. Con el resto de las naciones asiáticas el déficit acumulado en el 2014 asciende a -10.641 mmdd.
Atención especial requiere el caso de China, nación que por sí sola nos ocasiona el 55% de nuestro desequilibrio comercial con el continente asiático. Y es que no obstante las visitas reciprocas que han realizado los presidentes de México y China, el saldo de nuestra balanza comercial con dicha nación es cada vez más escandaloso, con la consecuente pérdida de empleos en México y cancelación de posibilidades de crecimiento económico, en especial para las pequeñas y medianas empresas manufactureras.
Es terrible que en el año 2009 nuestro déficit de balanza comercial con China fue de -30.321 mmdd, lo que significa que en el transcurso de tan sólo cinco años éste se duplicó hasta sumar -60.276 mmdd en el año 2014. Esto es producto de que en el periodo en cuestión las exportaciones de México a China aumentaron solamente 3.771 mmdd, mientras que las exportaciones de China a México e elevaron en 33.726 mmdd.
Lo más patético de esta situación es que en 2014, después de los compromisos firmados entre los gobiernos y la iniciativa privada de México y China , las exportaciones de nuestro país a dicha nación cayeron 7.6%, mientras que las exportaciones de China a México se elevaron en 8.0%, lo que ilustra que a China no le interesa ser socio de México, sino solamente venderle lo más que se pueda con el fin de evitar la caída en su tasa de crecimiento del PIB, el cual se espera que en el mejor de los casos llegué a un 7.0% en 2015.
Así pues, si México quiere aumentar su producción y crecimiento de empleos, requiere forzosamente ordenar su comercio internacional con las naciones asiáticas, en especial con China. Y es que no es posible que sigamos regalándole a dichas naciones nuestro superávit comercial con Estados Unidos, el cual sumó en 2014 un total de 123.611 mmdd, monto superior al observado en 2013 de 112.177 mmdd.
El creciente déficit comercial con las naciones asiáticas no es cosa menor, si tomamos en consideración un salario promedio en México de unos 2,000 pesos a la semana, pues 1,000 millones de dólares (mdd) representan el sueldo anual de casi 140 mil personas. Si asumimos que sustituimos 1,000 mdd de importaciones chinas por producción nacional, y consideramos que de este total el 30% es costo de mano de obra, pues entonces entonces se podrían crear unos 40 mil empleos.
Las cifras ilustran que un motor de recuperación económica de México sería entonces el equilibrar la balanza comercial con las naciones asiáticas, ya sea aumentando exportaciones o sustituyendo importaciones, y para esto último una medida eficaz sería combatir frontalmente la subvaluación y contrabando en la importación de todos los sectores de actividad manufacturera.
A manera de conclusión podemos señalar que México sufre un crecimiento económico mediocre desde hace ocho trimestres, y lamentablemente 2015 pinta para ser igual que el año pasado. Una vez que el gobierno federal ha determinado que va hay un problema de confianza del consumidor, esperemos que anuncien las acciones concretas que habrán de implementar; y de igual manera, que haya un plan claro que permita comenzar a revertir el grave déficit comercial de nuestro país con las naciones asiáticas.
Director General GAEAP*
La realidad de la economía de México...
Última actualización: 22/Feb/15
La crisis de
finanzas públicas
que se avecina
En los últimos años
México ha visto su nivel
de endeudamiento público
crecer de forma
exponencial y peligrosa,
comprometiendo la
viabilidad presupuestaria
de las administraciones
federales futuras, y así
como la capacidad de
éstas para proveer a los
mexicanos de los bienes y
servicios públicos que
requieren.
De acuerdo con el más
reciente Informe sobre la
situación económica, las
finanzas públicas y la
deuda pública por parte
de la Secretaría de
Hacienda y Crédito
Público (SHCP), al cierre
de 2014 el saldo de la
deuda neta del Gobierno
Federal se ubicó en 5.462
billones de pesos, cifra que
representa el 30.1% del
Producto Interno Bruto
(PIB). Cabe señalar que de
este total, el 79.2%
corresponde a pasivos
denominados en pesos
mexicanos y el resto es
|
La insaciable
necesidad de deuda
por parte de Pemex
Mientras el gobierno
federal anuncia medidas
de austeridad y un
primer recorte al gasto
del sector público, con el
fin de ir ajustando a la
baja el monto del gasto en
anticipación a la debacle
de los ingresos públicos
prevista para 2016, la
empresa productiva del
estado Pemex continúa
endeudándose de acuerdo
a su programa
autorizado, pero
desafortunadamente en
condiciones poco
transparentes para la
población en
|
Pemex cada vez
más endeudado y
más pobre
Derivado del
estancamiento económico
que entra ya en su tercer
año, y por las presiones
que ejerce un creciente
gasto del sector público,
observamos a un gobierno
federal desesperado por
obtener mayores
recursos. El problema
principal que se ocasiona
con esto es que las
autoridades federales
están comprometiendo la
viabilidad financiera de
Pemex en el corto y
mediano plazos al
provocar que esta
empresa productiva del
estado tenga que
contratar cada vez más
deuda a tasas
ridículamente altas.
Para ilustrar esto, veamos
primero las cifras
oficiales. De acuerdo con
las Estadísticas Oportunas
de Finanzas Públicas
publicadas en el portal de
internet de la Secretaría
de Hacienda y Crédito
Público, los ingresos
presupuestarios del
gobierno federal
ascendieron a 2.888
billones de pesos en el año
2014. De este monto,
Pemex contribuyó con
780.414 mil millones de
pesos (mmdp) pagando
derechos sobre
hidrocarburos, lo que
representó el 27.07% del
|
Autor: Alejandro Gómez Tamez*
Una vez que se dio a conocer el decepcionante dato del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano durante 2014, de apenas 2.1%, muchos se preguntan ¿Qué es lo que mantiene estancada a la economía nacional con un crecimiento promedio de apenas 1.76% en los últimos ocho trimestres? Desde luego que hay muchos factores que inciden en este pobre resultado, pero a continuación me centraré en analizar un par de elementos: la pérdida de confianza de los consumidores y el fuerte desequilibrio comercial de nuestro país con las naciones asiáticas.
Pérdida de confianza del consumidor
El Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, reconoció en una entrevista al Financial Times publicada el pasado lunes 16 de febrero que no se trata sólo de aprobar reformas estructurales y que el gobierno federal debe trabajar en restaurar la confianza de la sociedad mexicana. Posteriormente, el jueves 19 ante alumnos de la Universidad Anáhuac del Norte volvió a señalar que el reto más importante del país consiste en restaurar la confianza para que “los mexicanos creamos en el país”.
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